17.8.13

Los Moái de la Isla de Pascua

Los Moái de la Isla de Pascua


Los más de 600 moáis conocidos tallados por los antiguos rapa nui están distribuidos por toda la isla. La mayoría de ellos fueron labrados en toba del volcán Rano Raraku, donde quedan 397 moáis más en diferentes fases de acabado. Todo indica que la cantera fue abandonada repentinamente, quedando estatuas a medio labrar en la roca. Prácticamente todos los moáis terminados fueron posteriormente derribados por los isleños nativos en el período siguiente al cese de la construcción.

En un principio, estas estatuas gigantes llevaban también unos copetes o moños de piedra roja, llamados pukao, que pesan más de 10 toneladas, que se extraían en el cráter de Puna Pau, a veces muy lejos de las estatuas. Además, después debían ser levantados a la altura debida para colocarlos sobre las cabezas.




En 1978, se descubrió que en las cavidades oculares se colocaban placas de coral a modo de ojos. Estas fueron retiradas, destruidas, enterradas o arrojadas al mar, en donde también se han localizado. Esto concuerda con la teoría de que los mismos pobladores los derribaron, quizás durante guerras tribales.



Los primeros navegantes europeos que a comienzos del siglo XVIII llegaron a la Isla de Pascua no pudieron creer lo que estaban viendo. En esa pequeña área de tierra, descubrieron cientos de estatuas enormes sobre la superficie de toda la isla.

Recientemente se ha difundido que algunas cabezas moai tienen cuerpos y brazos tallados.



Durante el verano del año 2000, un equipo arqueológico norteamericano descubrió datos que sugieren la utilización de máquinas complejas en la isla hace siglos. El geólogo Charles M. Love y un equipo de 17 estudiantes excavaron secciones de las tres principales carreteras que sirvieron para transportar las estatuas gigantes. Parte de estas carreteras fue excavada originalmente en el lecho de roca de la isla, formado principalmente de roca volcánica de un tipo conocido como pahoehoe.

Curiosamente, las carreteras no son planas sino que su sección muestra una forma característica en "V" o "U". Su anchura media es de 3.5 metros y se requiere un alto nivel de conocimiento ingenieril. En algunos tramos, las carreteras están flanqueadas por líneas de rocas.
 
Pero quizá lo más sorprendente es que estas rocas no están simplemente colocadas allí, sino encajadas en agujeros tallados en el lecho de roca que forma el suelo de la isla. Un detalle relevante es que este tipo de agujeros se da en los tramos en los que la carretera discurre cuesta arriba. El Dr. Love especula con la posibilidad de que estos agujeros fueran colocados allí para acomodar algún tipo de mecanismo ideado para ayudar a mover las gigantescas cabezas de piedra y salvar desniveles que, de otra manera, requerirían un notable esfuerzo.

Estos agujeros, así como la curiosa forma en "V" de las carreteras nos indican que aún existen importantes incógnitas sobre el sistema que emplearon los nativos de la isla de Pascua para erigir sus misteriosos moáis.
 


Curiosidades
 
 

 

Todos los moáis fueron derribados de sus ahus (plataformas) en el siglo XVII. Desde 1956 unos pocos de ellos han sido restaurados.
Todos los moáis que estuvieron erigidos sobre sus ahus miraban al interior de la isla, excepto los siete situados en el Ahu Akivi, que al parecer representan a los siete exploradores que precedieron a los primeros colonizadores. Fue restaurado en 1960.
El Ahu Vinapu está realizado con técnicas de construcción semejantes a las incaicas como las de Cuzco.
El Moái Paro, es el moái más alto de entre todos los terminados, y se ubica en la plataforma Te pito kura, medía 11 metros y pesaba unas 80 toneladas. Actualmente se encuentra derribado y seccionado en tres partes.
En la cantera de Rano Raraku existe una estatua inconclusa de 21 metros.

Las enigmáticas esculturas de la isla de Pascua, los 'moais', podrían estar orientados de forma consciente hacia determinadas estrellas, más importantes que el Sol para la civilización 'Rapa nui', según la tesis del astrónomo del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) Juan Antonio Belmonte.
El investigador ha hecho, junto al antropólogo de la Universidad de Chile Edmundo Edwards, "una reinterpretación arqueoastronómica" de los 'ahus' -las plataformas ceremoniales sobre las que se erigen los 'moais'-, para lo que se han estudiado unos 30 de esos emplazamientos.
Ambos han "reinterpretado" teorías anteriores, especialmente del astrónomo estadounidense William Liller, para quien los 'ahus' estaban orientados hacia las puestas y salidas del Sol en los equinoccios y en el solsticio de invierno.
Juan Antonio Belmonte precisa que hay más de un centenar de 'ahus' en la isla, por lo que habría que hacer un estudio estadístico "en detalle" para verificar que se orientaban en función de la astronomía y de la topografía, algo similar a lo que, para su sorpresa, encontró este arqueastrónomo en Egipto.
Una peculiaridad de los 'ahus' es que la mayoría están colocados de forma que las estatuas dan la espalda al mar, lo que en principio sugiere que la orientación dominante es la topográfica.
Los 'moais' miraban al poblado de sus descendientes, pues se supone que son estatuas de grandes jefes muertos.
 
 
 
Sin embargo, los investigadores encontraron "connotaciones arqueoastronómicas interesantes" en estatuas situadas en el interior de la isla, de las que una está "claramente" orientada hacia las Pléyades y otras hacia la constelación de Orión.
Edmundo Edwards había oído las "ideas antiguas y la tremenda importancia" que dan los ancianos de Pascua a las estrellas y, sobre todo, a las Pléyades, que ellos llaman 'matariki' (pequeños ojitos), y al Cinturón de Orión, 'tautoru' (los tres bellos) "pero al Sol no le prestaban mucha atención".
Para los habitantes de Rapa Nui, las Pléyades indicaban el principio del año en el mes de 'Anakena', cuando salían al amanecer, y marcaban en su última visión de la tarde la estación de 'Hora nui', la mejor del año, cuando se abría la temporada de pesca y se realizan rituales en honor de los antepasados frente a los 'ahus' con sus 'moais', y estaba prohibida la guerra.
 






 

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